Hoy te miré a los ojos,
bajaste la mirada y volviste el rostro al lado contrario.
Hoy te miré a los ojos,
Me miraste un segundo y después sonrojaste.
Te ví esta mañana arrivar al lugar en donde siempre contemplo tu firgura tan grácil
queria moverme pero no pude
quería hablarte pero no supe qué decir.
Será mañana.
Te ví esta mañana, y me preguntaste acerca de la escuela,
no pude responder...
Me miraste e inquiriste si yo estaba bien,
¿Que si estoy bien?
Estoy perfectamenre, cuando me miras así
¿Que si estoy bien?
NO, ¿Cómo? si cuando te veo mi respiración se acerca más a la hiperventilación.
Hoy tampoco pude decírtelo.
Han pasado dos años
tu caminas al lado mío por la acera
me miras, me besas.
Te ví a la mañana siguiente
me dices que no estas seguro de lo que sientes
te miro, mis ojos se llenan de lágrimas
me dispongo a irme, tu me detienes
me dices que "seamos amigos". Acepto.
Ha pasado un año.
Te ví a lo lejos, me saludas con la mano, te acercas a mí
Conversamos me miras con ternura,
con tanta ternura que casi parece... cariño?
imposible, tu solo quieres mi amistad.
Al día sigueinte me llamas,
respondo con incredulidad,
salimos de noche, me miras, me besas.
Me siento feliz.
Pasaste un mes entero tratando de converncerme acerca de tus supuestos sentimientos
pero, desafortunadamente te conozco, y no puedo fiarme de tí.
Te ví en la tarde, sentado, en una banca... ¿Solo?
¿ Por qué?
Me acerco poco a poco, no estoy segura de que seas tú.
Vuelves el rostro, en efecto, sí eres tú, pero no me ves.
¿Esperarás a alguien? Te obvservo, quiero acercarme
¿Y por qué no puedo moverme?
Una chica linda se acerca a tí, te levantas, la abrazas
se alejan y tú la tomas de la mano...
NO! ¿Por qué otra vez?
Te llamo esa noche, respondes, te digo que no me mientas.
no respondes....
Me dices que lo sientes, que no quieres herirme, que soy tu mejor amiga.
No quieres... ¿HERIRME?
Por qué eres tán estúpido, pienso.
Me dices que seamos amigos... ¡YO TE AMO!
Acepto.
Han pasado dos años,
he cambiado, ahora soy cruel, no sé en donde mi inocencia quedó.
Hoy conocí a alguien, que me está agradando.
Voy por él, ¿Que puedo perder?
Solo una pesona más. Si yo no sufro, para mí es...
una relación exitosa.
El me quiere, lo siento, lo noto.
Y yo a el..? jajajaja es solo un pasatiempo.
Pero cuando no está, abrazándome, siento que lo extraño...
¡No! yo te quiero, pienso, pero no debo verte, me heriste demasiado.
Te ví a lo lejos, te evado, me sigues, gritas mi nombre.
Finjo no escucharte.
Llegas a donde estoy yo, me tomas del brazo
Me abrazas, me quedo quieta, me preguntas:
¿Por qué tan seca?
...Para mí ya es normal.
Me invitas a acompañarte,
no tengo ganas, me alejo.
Te quedas estático en el mismo lugar por varios minutos.
Esa noche me llamas, respondo por cortesía.
Me invitas a salir, no acepto.
¿Qué quieres de mí?
Yo no quiero tu amistad, ¡YO TE AMO!
Y por que te amo, te dejo libre, ¡pero no me hagas más daño!
Al mirar tus ojos mi fuerza de voluntad y mi fortaleza de tantos años
¿En donde quedan? NO! no puedo continuar así.
Imagino que esa es la causa de que te evada.
Continúo pensando, en mi recámara,
las preguntas flotan en el aire.
NO, NO, NO
¡No me harás sensibilizar otra vez!
¡No me harás ser dulce otra vez!
¡No me harás ceder otra vez!
Llaman a la puerta.
¡Eres tú! ¡Mierda!
¿Que si puedes entrar? ¿Acaso hay opción?
entras detrás de mí y tus manos rodean mi cintura
susurras en mi oído...
¡TE DESEO!
Me besas, nos besamos.
¿A mi habitación? ¿Eso sí que no!
Pero tus manos recorren mi cuerpo, tus labios bajan a mi cuello
Me empujas con tu propio cuerpo...
Me tomas de la mano, me apoyas contra la pared de la sala
¡Esto es un crímen! Desabotonas mi suéter,
Hago lo mismo con tu camiza, que marca tu figura bien torneada.
Espera, ¡¿Qué estamos haciendo?!
¡NO!, ¡NO! ¡NO!
Freno en seco mis pensamientos
¡NO PUEDO HACERLO!
Me alejo de tí.
En la mañana me llamas, quieres verme.
Acepto.
¿Me pides que lo intentemos? estoy en lo correcto.
Y digo que no. ¿Cómo me pides eso? si fuera fácil olvidar, si no te conociera,
si no hubiera corroborado quién eres tú, no lo pensaría.
Te pido tiempo y te desconsciertas. ¿Por qué me pasa por la cabeza la otra persona?
es solo un pasatiempo, ¡solo eso! pero... me duele pensar que
puedo causar algún daño, me duele pensar que se valla...
¡¿Qué me pasa?! ¡No me importa!, ¡No me importa! , ¡No me importa!
me repetí a mi misma, Importaba y no lo aceptaba.
Pero he esperado por tí, y ahora era yo quien te hacía esperar.
¡Bien! ¡Lo mereces!. Pasan uno, dos, tres meses.
Al final digo sí. Intentémoslo, a fin de cuentas, nada puedo perder, quería vengarme.
Grave error.
Me dolía dejar a la otra persona. pero ¿por qué? ¿no se suponía que era un pasatiempo?
El sufre. Seamos amigos, le digo yo y el acepta.
¡ Duele!Me reprimo. Y voy contigo.
Me abrazas, me ahogas, o eso siento.
me miras, con asombro, nisiquiera te miro, me alejo, y vuelves a acercarte
¡Me incomodas! ¿Qué mierda está pasando?
Lo notas, estoy segura, y no me lo dices.
Pasa más tiempo, algunos meses. ¿Quieres saber que pasa?
quieres saber...
por qué ya no te amo. Por que no me siento igual
por que anhelo otros brazos, que dejé por los tuyos, por quererme vengar
Por que herí tanto a alguien, tanto como tú me heriste a mi y sin querer hacerlo.
¿En qué me he convertido?
¿Por qué he hecho esto? Te has enamorado.
Yo me he enamorado también, siempre quise que ambos estuvieramos enamorados
pero, tu me amas, yo lo amo a el, el ama ahora a alguien más...
Se repite la historia...
3 de septiembre de 2011
9 de agosto de 2011
Los días pasaban y muy de prisa para ser sinceros; había podido permanecer los primeros dos meses al lado de Isaac. Cada vez discutíamos menos, y cuando lo hacíamos, era por nuestros temperamentos.
Ciertamente yo no era una persona muy tolerante, me enojaba fácilmente y más aún por que había ocasiones en las que se ponía a gritarme sin ninguna razón, no podía quedarme callada...
Para la segunda mitad del primer año de secundaria, ya pasábamos la mayor parte del tiempo juntos
En muchas ocasiones me estresaba que pretendiera ser mi "guardaespaldas", ya que pásabamos mucho tiempo juntos. Para estas alturas, la mitad del salón creía que salíamos, y el resto que eramos alguna clase de "amigos con derecho". Isaac sonreía a los rumores. Yo siempre lo negaba, argumentaba que no me parecía lindo, aunque no me había percatado en el tiempo que llevaba tratándolo, de que en realidad el era el chico más asediado de la escuela.
Siempre lo había visto como una persona irritante, molesta. Y aunque habíamos conseguido llevarnos bien por una u otra cosa siempre acabábamos peleando verbalmente.
Se habían vuelto normales aquellos comentarios de que parecíamos gustarnos, bueno, para aquel tiempo, ya era un hecho, según mis compañeros.
Mi amiga, Karen, había comenzado a dudar de la credibilidad de aquellos rumores, así que solía pregunatrme si Isaac me gustaba, obviamente mi respuesta era siempre una negativa, aunque varios compañeros habían inquirido ya varias veces lo mismo... comenzaba a dudar.
El era un chico guapo.
Era alto, de tez blanca y unos enormes ojos color miel adornados con unas lárgas pestañas curvas.
sus cejas eran un tanto pobladas, perfectamente alineadas. Sus labios eran de un tono rosa pálido, bastante claro y su cabello era de un café tenue.
Siempre vestía impecable, por supuesto y su ropa permanecía impregnada por una fragancia que para mí se había vuelto inconfundible.
Él sí me gustaba.
En muchas ocasiones me estresaba que pretendiera ser mi "guardaespaldas", ya que pásabamos mucho tiempo juntos. Para estas alturas, la mitad del salón creía que salíamos, y el resto que eramos alguna clase de "amigos con derecho". Isaac sonreía a los rumores. Yo siempre lo negaba, argumentaba que no me parecía lindo, aunque no me había percatado en el tiempo que llevaba tratándolo, de que en realidad el era el chico más asediado de la escuela.
Siempre lo había visto como una persona irritante, molesta. Y aunque habíamos conseguido llevarnos bien por una u otra cosa siempre acabábamos peleando verbalmente.
Se habían vuelto normales aquellos comentarios de que parecíamos gustarnos, bueno, para aquel tiempo, ya era un hecho, según mis compañeros.
Mi amiga, Karen, había comenzado a dudar de la credibilidad de aquellos rumores, así que solía pregunatrme si Isaac me gustaba, obviamente mi respuesta era siempre una negativa, aunque varios compañeros habían inquirido ya varias veces lo mismo... comenzaba a dudar.
El era un chico guapo.
Era alto, de tez blanca y unos enormes ojos color miel adornados con unas lárgas pestañas curvas.
sus cejas eran un tanto pobladas, perfectamente alineadas. Sus labios eran de un tono rosa pálido, bastante claro y su cabello era de un café tenue.
Siempre vestía impecable, por supuesto y su ropa permanecía impregnada por una fragancia que para mí se había vuelto inconfundible.
Él sí me gustaba.
15 de julio de 2011
No me agradas, compañero.
Él y yo nos hicimos amigos, cuando asistía a la escuela secundaria.
Al principio sentía demasiada apatía, siempre se sentaba junto a mi, clase tras clase.
Lo primero que esbocé dirigiéndome a él fue:
- ¡¿Podrías callarte por favor?!
El siempre respondía tajante a mi forma de hablarle; con frecuencia no era la correcta, pero realmente no me simpatizaba en absoluto, principalmente debido a su poca delicadeza para tratar con chicas, por el poco respeto que tenía mientras yo estudiaba, ya que cuando intentaba prestar atención a la clase, la mayoría de las veces masticaba chicle y hacia bombas cada dos minutos. Quizás no lo hacía deliberadamente, pero me molestaba, y demasiado. El ruido de los nudillos de sus dedos chocando con la vieja madera de los pupitres del salón, me sacaba de mis casillas; ya lo había tolerado las primeras tres semanas de clase, pero comenzaba a irritarme.
Así que el día que decidí reclamarle se molestó. Volvió el rostro hacia mí, su expresión se tornó como si se viera realmente complacido de que estuviera causándome molestia alguna.
- No quiero callarme.
Respondió con altanería.
- Pues lo haces, o le diré al profesor.
Lo amenacé con mi mejor arma, según creí.
- Pues cuando el me diga que guarde silencio lo haré, no tengo por qué escucharte a ti, si en realidad te molesto, hay varios pupitres disponibles en la parte de atrás, y si es todo lo que querías decirme, sería excelente, ya que estás quitándome el tiempo.
- Esta no es tu propiedad, ni te encuentras en tu casa así que...
- ¿Así que que?. Ni siquiera sabes que decir, la que debería callarse eres tú.
¡Vaya! y creí que YO había sido grosera, desde luego mi tono de voz inicial no había sido el mejor, pero el de él tampoco lo fue. Sentí ganas de enseñarle la lengua o algo por el estilo, en efecto no sabía que más decir y le dí la espalda enfadada.
Aunque tenía razón, si que había bastantes lugares en la parte posterior del salón de clases, pero a mi no me agradaba sentarme tan lejos del pizarrón, pues solía distraerme con más facilidad. En la parte de enfrente ya no había ningún otro lugar que yo pudiera ocupar, así que... Lo ignoraría. ¿Qué tan difícil podría ser ignorar a ese chico? y lo más curioso ¿Por qué me había intimidado tan fácilmente?. Se me ocurrían en ese momento varias contestaciones que pude haberle dicho... pero entonces sí me habría reprendido el profesor, tal vez fue lo mejor. Pero me había hecho enojar.
Al día siguiente llegué tarde, mis compañeros habían entrado ya al salón y todos se encontraban ya sentados, pedí permiso para entrar.
- ¿Me permite la entrada?
- Adelante. Dijo el profesor.
Había dos alumnos más que el día anterior. Toda la escuela se caracterizaba por que sus alumnos asistían perfectamente uniformados, las mujeres portábamos la falda del colegio, en color azul marino con un patrón de cuadros amarillos y verdes, muy elegante.
Los hombres asistían con un pantalón formal, en el mismo tono que la falda excepto por los cuadros.
Hombres y mujeres, lucíamos en el suéter oscuro, el escudo del colegio, debíamos usar corbata oscura.
Camisas o blusas blancas respectivamente, y un chaleco en el mismo tono azul marino.
El uniforme me gustaba bastante, cuando me dirigía a la escuela lo hacía con gusto, solo tenía trece años y me encantaba asistir a a secundaria.
Ocupé mi lugar y copié los ejercicios de matemáticas que había escrito el profesor en el pizarrón con unos números muy poco legibles a mi criterio.
Comencé a resolverlos. Eran ecuaciones de primer grado, bastante fáciles la mayoría, pero había una en particular que no sabía como resolver,}
Mi compañero de al lado parecía estar en otro lugar, mentalmente almenos. Entregué mi trabajo al profesor y volví a mi asiento, Isaac, el chico con el que compartía pupitre, me dirigió una mirada fugaz, que me hizo recordar que no me simpatizaba.
Había pensado que NO nos llevaríamos bien el resto del ciclo escolar, o tal vez los tres ciclos. Pero... ¿No era demasiado pronto para pensar eso? Quizás si, quizás no...
Al principio sentía demasiada apatía, siempre se sentaba junto a mi, clase tras clase.
Lo primero que esbocé dirigiéndome a él fue:
- ¡¿Podrías callarte por favor?!
El siempre respondía tajante a mi forma de hablarle; con frecuencia no era la correcta, pero realmente no me simpatizaba en absoluto, principalmente debido a su poca delicadeza para tratar con chicas, por el poco respeto que tenía mientras yo estudiaba, ya que cuando intentaba prestar atención a la clase, la mayoría de las veces masticaba chicle y hacia bombas cada dos minutos. Quizás no lo hacía deliberadamente, pero me molestaba, y demasiado. El ruido de los nudillos de sus dedos chocando con la vieja madera de los pupitres del salón, me sacaba de mis casillas; ya lo había tolerado las primeras tres semanas de clase, pero comenzaba a irritarme.
Así que el día que decidí reclamarle se molestó. Volvió el rostro hacia mí, su expresión se tornó como si se viera realmente complacido de que estuviera causándome molestia alguna.
- No quiero callarme.
Respondió con altanería.
- Pues lo haces, o le diré al profesor.
Lo amenacé con mi mejor arma, según creí.
- Pues cuando el me diga que guarde silencio lo haré, no tengo por qué escucharte a ti, si en realidad te molesto, hay varios pupitres disponibles en la parte de atrás, y si es todo lo que querías decirme, sería excelente, ya que estás quitándome el tiempo.
- Esta no es tu propiedad, ni te encuentras en tu casa así que...
- ¿Así que que?. Ni siquiera sabes que decir, la que debería callarse eres tú.
¡Vaya! y creí que YO había sido grosera, desde luego mi tono de voz inicial no había sido el mejor, pero el de él tampoco lo fue. Sentí ganas de enseñarle la lengua o algo por el estilo, en efecto no sabía que más decir y le dí la espalda enfadada.
Aunque tenía razón, si que había bastantes lugares en la parte posterior del salón de clases, pero a mi no me agradaba sentarme tan lejos del pizarrón, pues solía distraerme con más facilidad. En la parte de enfrente ya no había ningún otro lugar que yo pudiera ocupar, así que... Lo ignoraría. ¿Qué tan difícil podría ser ignorar a ese chico? y lo más curioso ¿Por qué me había intimidado tan fácilmente?. Se me ocurrían en ese momento varias contestaciones que pude haberle dicho... pero entonces sí me habría reprendido el profesor, tal vez fue lo mejor. Pero me había hecho enojar.
Al día siguiente llegué tarde, mis compañeros habían entrado ya al salón y todos se encontraban ya sentados, pedí permiso para entrar.
- ¿Me permite la entrada?
- Adelante. Dijo el profesor.
Había dos alumnos más que el día anterior. Toda la escuela se caracterizaba por que sus alumnos asistían perfectamente uniformados, las mujeres portábamos la falda del colegio, en color azul marino con un patrón de cuadros amarillos y verdes, muy elegante.
Los hombres asistían con un pantalón formal, en el mismo tono que la falda excepto por los cuadros.
Hombres y mujeres, lucíamos en el suéter oscuro, el escudo del colegio, debíamos usar corbata oscura.
Camisas o blusas blancas respectivamente, y un chaleco en el mismo tono azul marino.
El uniforme me gustaba bastante, cuando me dirigía a la escuela lo hacía con gusto, solo tenía trece años y me encantaba asistir a a secundaria.
Ocupé mi lugar y copié los ejercicios de matemáticas que había escrito el profesor en el pizarrón con unos números muy poco legibles a mi criterio.
Comencé a resolverlos. Eran ecuaciones de primer grado, bastante fáciles la mayoría, pero había una en particular que no sabía como resolver,}
Mi compañero de al lado parecía estar en otro lugar, mentalmente almenos. Entregué mi trabajo al profesor y volví a mi asiento, Isaac, el chico con el que compartía pupitre, me dirigió una mirada fugaz, que me hizo recordar que no me simpatizaba.
Había pensado que NO nos llevaríamos bien el resto del ciclo escolar, o tal vez los tres ciclos. Pero... ¿No era demasiado pronto para pensar eso? Quizás si, quizás no...
26 de marzo de 2011
Promesa
Al llegar a casa, esta se encontraba tan solitaria como de costumbre. Me encontraba muy lejos de mi ciudad natal y la palabra familia parecía algo muy remoto, pues en mi caso el núcleo más cercano a este concepto era mi hermano mayor: Leonel
Mis padres habían fallecido un año atrás, antes de mudarme a un lugar donde no conocería a nadie. Decidí prometer que al regresar a mi lugar de origen sería una persona importante, alguien respetable, de quien mis padres se habrían sentido orgullosos. Aunque la realidad era que en esos momentos me sentía muy lejos de cumplir aquella promesa, a decir verdad, nunca antes me sentí tan miserable como aquella época de mi vida.
Y no era que fuese uno de mis hábitos realizar auto - críticas casi destructivas cada vez que estuviese al borde del fracaso, si no que real mente había llegado a preguntarme si mi carencia de habilidades me permitiría desarrollar correctamente los procedimientos para alcanzar mis metas, ya que desde el ángulo en el que me encontraba sonaba absurdo, casi ridículo.
Horas después de tanto pensar, el silencio tan apacible se interrumpió.
Por la puerta principal, que se encontraba a unos metros al frente de donde yo estaba sentada, entró Leonel.
Horas después de tanto pensar, el silencio tan apacible se interrumpió.
Por la puerta principal, que se encontraba a unos metros al frente de donde yo estaba sentada, entró Leonel.
-Ya deberías ir a la cama Ana, es esta la causa de que no pongas atención en clase, siempre te quedas despierta hasta muy tarde, no creas que tu organismo trabaja como debe.
-- Mi hermano solía comportarse como mi padre aveces. El trabajaba , y estudiaba también. Le restaba un solo año para conclir sus estudios universitarios, y yo terminaría la preparatoria en julio del siguiente año, pero no si continuaba así--
- No te molestes, ya me voy.
-- No tenía el ánimo suficiente para quedarme a escucharlo, y tampoco la disposición mental para buscar argumentos a mi favor en ese momento, ya que tenía la razón, y ciertamente debía concentrarme más en el estudio. Pero ¿Cómo iba a lograrlo con tantas cosas en la cabeza?
5 de marzo de 2011
Regreso...
Era una noche larga.
Eran 2:35 y yo aún no lograba conciliar el sueño.
La cama era demasiado cálida para mi gusto.
El caer de la lluvia estallaba contra mis tímpanos, demasiado perceptivos; solo para recordarme que era quien siempre me seguía.
Pero en esta ocasión, en aquella sequía, casi me olvido de ella, cegada por la penumbra del sempiterno invierno y el viento.
invierno... una época que ya no sería más que una racha de frivolidad en mi vida.
La lluvia descendía tan caudalosa que en sueños parecía un diluvio.
Yo la amaba, amaba su esplendor, y su persistencia, siempre que cada gota fuera tan perdurable como la anterior.
La maldición seguía ahí al acecho. Amaba como dolía, sabía que debía irme y no quería,.
Iba a dormir mientras sus murmullos suplicaban que no. El deseo era irrevocable, el olvido era inconcebible.
Su aroma era patente, el sentimiento inconfundible, su expresión inescrutable...
Un hombre alto y delgado me tomó del brazo y me sacudió.
-Señorita, no puede dormir en una biblioteca, tiene que retirarse si es que desea hacerlo. Valla por favor a...
¿ Se... se siente usted bien? Tiene un aspecto muy pálido y desmejorado...
Aquel hombre parecía estar más aterrado que preocupado. Y no era precisamente que no debiera dormir dentro de una biblioteca si no que parecía más bien que iba a desmayarme o en un caso menos extremo a vomitar, lo cual desde luego, hubiera resultado asqueroso y por supuesto que me habría avergonzado.
-Si, disculpe. Me retiro, con permiso.
-Es propio.
No quise ver la expresión de aquel hombre de nuevo, quizás habría pensado que estaba demente o tal vez ebria.
Me acerqué a la puerta, lloviznaba. Genial.
¿Acaso era que nunca cesaría?
El tenía razón. Cuando dijo que no importaba lo rápido que corriera ni que tan lejos llegara, comprendí que no tenía por que ser una metáfora. Aquella maldición era completamente real.
Abrí mi paraguas y caminé hacia afuera recorriendo el camino de regreso a casa.
Nadie en casa esperaba por mi, igual que siempre...
27 de febrero de 2011
Yo soy así...
Hoy quisiera escribir algo diferente, más parecido a lo real que al mundo de la paradoja y la metáfora.
Quiero mostrarles algunas cosas, interéses, cuiriosidades etc. sobre mí.
Y tal vez se pegunten algo como ¿Por qué habría de interesarme la vida de Alexandra?
Realmente no espero que les interese algo como esto, no a algunos, a otros tal vez.
Esta soy yo, estos son mis intereses, pequeñas cosas que en ocasiones no menciono, pero que hoy me atrevo a mostrar debido a que para mí este es uno de los espacios más libres que tengo.
1. Mi nombre completo es Joyce Alexandra Martínez Martínez y solo mis amigos cercanos, y familia me dice Joyce, es como un símbolo de confianza, algo que hasta cierto punto nos distingue.
2. No me gusta la piña, detesto la piña y las cerezas, asi como la cátsup díganme rara pero nunca me ha agradado el sabor de estos, respectivamente.
3. Cuando me enojo en serio con alguien, no lo digo, siemplemente me alejo, dejo de frecuentar a esa persona, ya sea por decepción o porque simplemente perdí el interés.
4. No me agrada el día de las madres, no me parece un día especial por el cual deba mostrar mi afecto de manera diferente hacia mi madre.
5. Me agrada leer, me encantó el Retrato de Dorian Gray (Oscar Wilde). Y me gustan las lecturas de suspenso ciencia ficción etc. También amo el estilo de Anne Rice, Abraham Stoker y Patrick Süskind.
6. Supongo que saben que no me gusta el reggaetón.
7. Soy ordenada con mis cosas.
8. Me parece una falta muy grande de educación y sobretodo de mal gusto que dos o más personas se secreteen frente otra (as), me molesta mucho y me hace tener una mala imagen de la gente que lo hace.
9. Me agrada que la gente sea educada y que si estoy platicando con algún amigo o conocido etc , y alguien más quiera acercarse a saludarlo o a hablarme SALUDEN, aunque no los conozca.
10. Me molesta la gente convenenciera que solo me busca cuando necesita algo.
11. Cuando una persona me pide dinero prestado lo hago y de buena intención, pero no me agrada que se encajen y pretendan que les page todo o que salgan conmigo viendo en mi cara un signo de pesos.
12. Por la misma razón de lo anterior procuro no pedir prestado. No solo dinero, cualquier otra cosa.
13. No me gusta pedir favores, xqe que aveces se tiende a tener que aguantar malas caras (claro que no en todos los casos, hay quienes te ayudan de manera sincera y desde luego esporádicamente necesitamos ayuda) Pero cuando pido un favor es porque es un caso absolutamente necesario.
14. Soy muy dormilona.
15. Mi núcleo familiar es lo más importante para mí.
16. Soy mucho muy desconfiada, cuando llego a confiar en una persona es porque antes me ha demostrado su lealtad.
17. Observo mucho los ademanes de las personas, a partir de eso, infiero sobre su actitud, estado de ánimo, sinceridad, etc etc.
18. Me molesta que cuando alguna persona tiene algo que decirme no sea directa.
19. Detesto a los chicos patanes, que se creen irresistibles (Me parece perfecto que se quieran a sí mismos, pero me decepciona que piensen que toda chica muere x ellos)
20. De igual forma me desconcierta cuando tienen el autoestima por los suelos.
21. Me parece más interesante un chico que llegue a decirme que me veo bien en una foto a uno que espontáneamente, sin conocerlo me diga cosas como “Estas guapísima princesa blablabla” resta totalmente para mi el encanto, aunque el chico sea “Guapo”.
22. Si me agregas a msn DIME QUIEN ERES, me saca de onda cuando me dicen cosas del tipo, “Copie tu msn de una cadena” (YO NO ENVIO CADENAS Y MIS CONTACTOS TAMPOCO) ó “Me dio tu msn alguien, pero no puedo decirte quien” Lo primero que pregunto es como es que tienen mi msn (Xqe en ocasiones es gente que conzco) o simplemente no los acepto excepto que su invtación contenga un msj.
23. Diganme aguada pero casi no bailo, xqe tengo la sensación de que lo hago arrítmicamente.
24. Si algún día me ven llorar es porque para mi la persona con la que lo hago ya es de mi confianza (No la desperdicien ¬¬) xDD
25. Me parece muy tonta la gente que en sus ratos libres solo se dedica a tomar, (No está mal xqe en ocasiones también tomo) Pero me parece estúpido que sea lo primero que se les ocurra hacer al tener dinero y tiempo en su poder.
26. Me gusta rodearme de gente CON VISIÓN Y SOBRETODO METAS. Que tenga propósitos a largo y corto plazo, que haga las cosas lo mejor que pueda y que crea en sí misma.
27. Dato curioso: Me gusta cuando los chicos usan traje J
28. Me gustan los días lluviosos.
29. Tengo una caja en donde guardo varios objetos importantes para mí, “recuerdos”.
30. De pequeña jugaba con carritos :S
31. Cuando tenía 7 años, iba todos los fines de semana a casa de mi abue, y ella tenía gallinas y pollitos, en una ocasión quise agarrar uno, pero me daban miedo las gallinas cuando se enojaban, asi que tome un lienzo de madera y quise usarlo como palanca para atraer hacia mi al pollito, pero las cosas salieron mal, y le pegue en su cabezita… solo recuerdo que se tiro al piso y comenzó a patalear hasta que murió; para evitar que me regañaran por el asesinato lo metí a un recipiente con agua que utilizaban como reserva por si “les daba sed” a los animalitos y le dije a mi abue que se había ahogado… u.u
32. Me encanta la ropa de hombre (no la uso obviamente) pero me gusta imaginar como se vería un chico con la ropa que a mi me agrada xDD.
33. Mis colores favoritos son el negro, azul y rosa.
34. Me gusta cuando nunca se termina el tema de conversación con una o varias personas.
35. Aveces soy muy orgullosa y no es algo de lo que me de gusto hablar, de hecho es algo que trato de disminuir, solo con la gente que no lo merece.
36. Solo pido DISCULPAS, JAMÁS PERDÓN
37. Nunca voy a desear “suerte” . Para mi la suerte es un término mediocre… “Por suerte pase un examen y no estudié” “Por suerte me salen bien las cosas sin tener una base” etc… Para mi el termino adecuado es ÉXITO. El éxito es el producto del esfuerzo y el orgullo de decir “YO ME LO GANÉ” a base de mis propios méritos.
38. Me da migraña el olor a cigarro… :C
39. Les temo demasiado a las arañas.
40. ME ENCANTA LA COCA. Y me pone hiperactiva.
41. Aveces despierto llorando a mares después de alguna pesadilla y lo extraño es que en los sueños nisiquiera me noto desesperada.
42. Me dá pánico cuando tengo que pasar al pizarrón a resolver un problema matemático, me gustan mucho las matemáticas, pero los nervios solo me dan con los problemas numéricos. Y frente a mi salón, cuando debería darme pánico cuando canto frente a toda mi escuela en los eventos escolares xDDD
43. No me gusta comer sopa. :/
44. No me gusta el pan con relleno de queso adentro… no se xqe pero me provoca mucho asco.
45. Cuando llego a clavarme en serio con alguna persona tiendo a ser muy afectiva, y un poco celosa aunque siempre he preferido evitar enamorarme.
46. Creí haberme enamorado años atrás pero me dí cuenta que era solo una rutina. Solo una vez me enamoré y por cuestiones externas tal vez nunca pueda estar con esa persona. " Antes éramos tu y yo contra el mundo, ahora todos están de acuerdo contigo… Ahora soy yo contra el mundo.."
una frase que pronunciamos mucho tiempo atras junto con cosas relacionadas con la lluvia.
47. Cuando siento que podría enamorarme evito mostrar mi afecto, no se por que lo hago realmente.
48. No me gusta la leche… me la tomo xqe mi mamá me olbiga me dice algo como “cuando tengas 40 años vas a tener osteoporosis bla bla bla” como dice alguien “palabras más palabras menos”
49. Las canciónes que más me animan son:
- Call me - Blondie
- Megalomaniac - Incubus
- Road to pain – Lacrimosa
- Bicicle - Queen
50. La canciónes que más me deprimen son
-Alleine Zu Zwiete – Lacrimosa
- Ich verlasse heut' dein Herz - Lacrimosa
- Eres – Cafe tacva
51. Me gusta el pescado, pero me desespera comerlo, por los huesitos…
52. Siempre me han dicho que carezco de paciencia.
53. Mis mejores amigos, son Armando, Paco y mi hermano Ulises, los únicos que me conocen total y absolutamente y me apoyan me aman tal como soy.
54. Me gusta estar en el sol solo en las mañanas, en las tardes me pone de malas tanto calor.
55. Me gusta cuando los hombres tienen cara de malos.
56. Me encanta escribir, aunque rara vez dejo que alguien lea lo que escribo, pues en ocasiones son temas abstractos que solo para mi tienen sentido…
57. Admiro mucho a mis padres, me parecen unas personas bastante cultas e inteligentes, en aspectos académicos espero llegar a ser algún día como ellos.
58. En cuanto a decoraciones y en ocasiones mi vestuario suelo optar por lo extravagante.
59. Me molestan los “borregos” que utlizan términos como “Cotizada” o “Fresa”, sin saber realmente la extensión significativa que trae consigo cada una de estas palabras. Muy comúnmente muchas personas (Obviamente no generalizo) dicen que una chava es fresa o cotizada cuando no cede la primera vez ante un cortejo. Vuelvo a repetir no en todos los casos, pero si conozco mucha gente que lo dice. El punto es saber distnguir lo que realmente significan estas expresiones, una chica verdaderamente “Fresa es un… adjetivo (llamemoslo asi) que se utiliza para catalogar a una persona que de alguna manera tiene complejos de superioridad. Cotizada, puede hacer referencia a la actitud de una chica cuando tiende a “hacerse la interesante” y hacer esperar un poco a un chico o viceversa.
60.Me encanta cantar. Pienso estudiar musica como una segunda carrera.
23 de febrero de 2011
Opacidad
Las ilusiones se desvanecen de mi designio.
Buscaba silenciar mi pesar al esbozar una sonrisa
Buscaba eludir mi desdicha ensimismando mi entorno con falaz alegría.
Emerges de mi somnolencia utópica,
tan febril y vivo que parece más real que la vida misma.
En medio del sopor oscuro y vago de mi mente surge tu alucinante figura.
Más parecida a algo prohibido, más parecida a un afán lascivo.
Tan pérfido, vil y cruel como recordaba.
Aquellas noches de desahucio y fruición eran los polos más opuestos que jamás conocí.
El dolor de tus besos, y el torturante ardor vehemente de tus caricias
Tu intimidad corrompiéndome, en simultaneidad con el fulgor de mi deseo
me hacían sedienta del calvario de tus pasiones, de mi desdicha y fascinación.
Y hoy deseo proyectar desagravio, desvincular mi memoria de aquel tormento
de mi adepción a la anfetamina de tus labios, al candor de tus ojos,
a la perversidad de tu alma.
Hoy desvanezco en la penumbra de la luz, en el precipicio del olvido...
Buscaba silenciar mi pesar al esbozar una sonrisa
Buscaba eludir mi desdicha ensimismando mi entorno con falaz alegría.
Emerges de mi somnolencia utópica,
tan febril y vivo que parece más real que la vida misma.
En medio del sopor oscuro y vago de mi mente surge tu alucinante figura.
Más parecida a algo prohibido, más parecida a un afán lascivo.
Tan pérfido, vil y cruel como recordaba.
Aquellas noches de desahucio y fruición eran los polos más opuestos que jamás conocí.
El dolor de tus besos, y el torturante ardor vehemente de tus caricias
Tu intimidad corrompiéndome, en simultaneidad con el fulgor de mi deseo
me hacían sedienta del calvario de tus pasiones, de mi desdicha y fascinación.
Y hoy deseo proyectar desagravio, desvincular mi memoria de aquel tormento
de mi adepción a la anfetamina de tus labios, al candor de tus ojos,
a la perversidad de tu alma.
Hoy desvanezco en la penumbra de la luz, en el precipicio del olvido...
6 de febrero de 2011
Dolor
Estoy exausta....
una sensación de desesperación casi fantasmal,
recorre mi mente mientras me quedo paralizada de absorto contemplando,
explorando escrutando aquellas posiblididades de huir del audaz cazador de la debilidad,
la imprudencia... la paciencia a la negativa.
Pero es demasiado tarde,
tarde para considerar escapar de aquella involuntaria lucha de
desenfrenadas razones por las cuales ahora me siento doblegada,
postrada ante una superficie de venenosas espinasdel oscuro pasado...
Por que en este preciso momento,
en plarticular en este sueño que al final se volvio pesadilla,
reconozco vagamente frente a un espejo de luz
a mi hasta ahora incógnito enemigo: YO MISMA.
Por que en este momento, a este mismo contexto
podría expresar que me siento como la espina
venenosa a inocentes figuras de débil estructura...
Solo que en esta ocasión, al haber inquirido la causa
obtuve no más que súbitas palabras de agravio, escarnio,injuria...
No puedo pensar en si realmente merezco esto... si paso.. probablemente...
anhelaría saber ahora cual es el propósito...
Eso ayudaría a la convalesencia...
Por un momento habría deseado que aquel cazador
execrable viniera por algo especial... YO.
Ahora más que nunca me siento irrevocable mente herida
por toda esa serie de "palabras punzocortantes" que,
a mi ingorancia de la causa el imponente carzador emite...
Realmente es tan vaga mi imagen?
no lo se... desearía poder averiguarlo...
Dsearía poder continuar...
5 de febrero de 2011
Lluvia
Una mañana desperté sin ánimo.
Pensé con fastidio en que era otro día mas; hubiera deseado
poder dormir hasta tarde, enzimismarme en mis sueños locos, en mis pensamientos abstractos y en el ruido tan sigiloso de ellos girando, rondando por mi mente una y otra vez. Otro día tan rutinario como todos los anteriores, un día común, en lo referente a la secuencia de todo lo que a diario realizaba. Era lluvioso, amaba los días lluviosos. Para mí, era bastante agradable escuchar el caer de las gotas, aunque también solía traerme un poco de nostalgia, debido a que existían en mi mente demasiados recuerdos, buenos, y malos con respecto a días en este estado del clima. La lluvia solía recordarme el amor y el desamor al mismo tiempo, la lluvia era para mi la prueba de que aún existía algo que yo amaba.
La lluvia era compañera de mi sufrimiento y alegría, era el caer de mis lágrimas y el brillo de mis ojos.
Hay cosas en la vida que no encuentras en todo el mundo, como por ejemplo un jardín encantador, nunca encuentras un sitio igual a otro, una escultura igual a otra por muy perfecta que parezca, una persona igual a otra... pero para mi la lluvia era algo que podía admirar en cualquier lugar donde permaneciera, por muy lejos y rápido que corriera siempre me encontraba... no era solo un estado ánimo, era un sentimiento una emoción completamente diferente. Eran mis problemas y mis soluciones, era una bendición... o quizá, solo quizá una maldición.
No para de llover, nunca ha dejado de llover...
No era que me agradara parecer psicópata masoquista, era solo que en ocasiones solía paradójicamente disfrutar mas de mi dolor que de mi alegría, o tal vez era que lo merecía. La vida no me había dado precisamente demasiadas razones especialmente en los últimos días, para sonreír con ganas. Usualmente pensaba en cosas que me hacían daño y no sabía por que.
En días como aquellos el caer de una hoja eran frecuencias de sonido bastante ruidosas para mis oídos, para mi mente vaga, el viento me dejaba absorta...
La lluvia no cesaba en mi vida, no en esa época. Supongo que es verdad que una vida sin dolor no es una buena vida, pero esa situación era pasarse de la raya, pues mis emociones eran incontrolables, me encontraba en un estado de bipolaridad extrema.
Aquel día continuó sin pausa, miraba al cielo cada que podía y la fina brisa que anunciaba que el día estaba por terminar, humedecía mi rostro, mojaba mis labios, igual que lo hace un beso.
Entonces comprendí que aunque la lluvia no cese, aprendes a caminar bajo ella e incluso ver lo mejor de ella, encuentras apoyo en cada gota de agua, y los charcos no te mojan más, el lodo no te hace tropezar, te hace ver x donde caminas, en vez de ácida se vuelve dulce, se vuelve cristalina, decantadora, la humedad es una respiro al alma... cada lágrima limpia el dolor...
Cada día lluvioso era una limpieza profunda de mi alma, era como volver a
Krasnodar...
Muere, mi ser
Por que nunca supe quién eras,
quien eres, quien serás.
Inquieta de frente te miro,
mi rostro se refleja en la perfección
de tus ojos.
Solo siénteme.
Dejemos el mar evaporarse,
Dejemos que la luna explote.
Dejemos que el sol se congele...
Levanto la cara
Y busco el núcleo de tu mente
Después me pregunto quién soy yo,
Después me pregunto que hago aqui
Que hago pretendiendo perderme,
Perderme en el aura de tus ojos.
Roba mi aliento con tus besos...
Pero, ¿Qué es lo que sucede?
mi corazón dejó de latir...
¿Acaso mi tiempo pasó?
¿Acaso la lluvia cedió?
Quiero que mueras de amor,
quiero que tu corazón escupa mi dolor...
Las lágrimas que lloré
El veneno que arrojé.
Evapórate,
toma lo que quieras de mi,
Después de todo, aquello regresará.
Eres pálido y ausente ahora,
Eres todo lo que fuí.
Eres parte delo que ahora soy.
Te enterraré en la tumba del tiempo.
Yacerás con mi viejo corazón sobre tus preciados párpados.
Las sombras no son suficientes,
Las dagas no hacen sangrar demasiado.
Y entonces escucho suplicar,
Un grito, un gemido por lo bajo,
El veneno de tu piel mata.
El dolor no es suficiente,
Tu ser tiembla, antes de morir
Toma de mi lo que quieras
Después de todo,aquello regresará...
Después de todo,aquello regresará...
Tu aura se extingue, poco a poco
Comienza a atenuarse...
Te conviertes en recuerdo
Te conviertes en cenizas,
Cenizas que el viento comenzó a dispersar.
Me alejo de ti sin odio, al fin.
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