5 de febrero de 2011

Lluvia

Una mañana desperté sin ánimo.
Pensé con fastidio en que era otro día mas; hubiera deseado
poder dormir hasta tarde, enzimismarme en mis sueños locos, en mis pensamientos abstractos y en el ruido tan sigiloso de ellos girando, rondando por mi mente una y otra vez. Otro día tan rutinario como todos los anteriores, un día común, en lo referente a la secuencia de todo lo que a diario realizaba. Era lluvioso, amaba los días lluviosos. Para mí, era bastante agradable escuchar el caer de las gotas, aunque también solía traerme un poco de nostalgia, debido a que existían en mi mente demasiados recuerdos, buenos, y malos con respecto a días en este estado del clima. La lluvia solía recordarme el amor y el desamor al mismo tiempo, la lluvia era para mi la prueba de que aún existía algo que yo amaba.
La lluvia era compañera de mi sufrimiento y alegría, era el caer de mis lágrimas y el brillo de mis ojos.
Hay cosas en la vida que no encuentras en todo el mundo, como por ejemplo un jardín encantador, nunca encuentras un sitio igual a otro, una escultura igual a otra por muy perfecta que parezca, una persona igual a otra... pero para mi la lluvia era algo que podía admirar en cualquier lugar donde permaneciera, por muy lejos y rápido que corriera siempre me encontraba... no era solo un estado ánimo, era un sentimiento una emoción completamente diferente. Eran mis problemas y mis soluciones, era una bendición... o quizá, solo quizá una maldición.
No para de llover, nunca ha dejado de llover...
No era que me agradara parecer psicópata masoquista, era solo que en ocasiones solía paradójicamente disfrutar mas de mi dolor que de mi alegría, o tal vez era que lo merecía. La vida no me había dado precisamente demasiadas razones especialmente en los últimos días, para sonreír con ganas. Usualmente pensaba en cosas que me hacían daño y no sabía por que.
En días como aquellos el caer de una hoja eran frecuencias de sonido bastante ruidosas para mis oídos, para mi mente vaga, el viento me dejaba absorta...
La lluvia no cesaba en mi vida, no en esa época. Supongo que es verdad que una vida sin dolor no es una buena vida,  pero esa situación era pasarse de la raya, pues mis emociones eran incontrolables, me encontraba en un estado de bipolaridad extrema.
Aquel día continuó sin pausa, miraba al cielo cada que podía y la fina brisa que anunciaba que el día estaba por terminar, humedecía  mi rostro, mojaba mis labios, igual que lo hace un beso.
Entonces comprendí que aunque la lluvia no cese, aprendes a caminar bajo ella e incluso ver lo mejor de ella, encuentras apoyo en cada gota de agua, y los charcos no te mojan más, el lodo no te hace tropezar, te hace ver x donde caminas, en vez de ácida se vuelve dulce, se vuelve cristalina, decantadora, la humedad es una respiro al alma... cada lágrima limpia el dolor...
Cada día lluvioso era una limpieza profunda de mi alma,  era como volver a
Krasnodar...
Tenía que continuar...

Muere, mi ser

Por que nunca supe quién eras,
quien eres, quien serás.

Inquieta de frente te miro,
mi rostro se refleja en la perfección 
de tus ojos.

Solo siénteme.
Dejemos el mar evaporarse, 
Dejemos que la luna explote.
Dejemos que el sol se congele...

Levanto la cara 
Y busco el núcleo de tu mente
Después me pregunto quién soy yo,
Después me pregunto que hago aqui
Que hago pretendiendo perderme,
Perderme en el aura de tus ojos.

Roba mi aliento con tus besos...
Pero, ¿Qué es lo que sucede?
mi corazón dejó de latir...
¿Acaso mi tiempo pasó?
¿Acaso la lluvia cedió?

Quiero que mueras de amor,
quiero que tu corazón escupa mi dolor...
Las lágrimas que lloré
El veneno que arrojé.

Evapórate,
toma lo que quieras de mi,
Después de todo, aquello regresará.

Eres pálido y ausente ahora,
Eres todo lo que fuí.
Eres parte delo que ahora soy.

Te enterraré en la tumba del tiempo.
Yacerás con mi viejo corazón sobre tus preciados párpados.
Las sombras no son suficientes,
Las dagas no hacen sangrar demasiado.
Y entonces escucho suplicar,
Un grito, un gemido por lo bajo,
El veneno de tu piel mata.

El dolor no es suficiente,
Tu ser tiembla, antes de morir
Toma de mi lo que quieras
Después de todo,aquello regresará...

Tu aura se extingue, poco a poco
Comienza a atenuarse...
Te conviertes en recuerdo
Te conviertes en cenizas,
Cenizas que el viento comenzó a dispersar.

Me alejo de ti sin odio, al fin.
Muere, mi ser