No sé como sucedió
Mi alma desea seguir tus pasos.
Y no pierdo la fé.
Pues no puedo sanar
si continúas aquí.
Y voy corriendo detrás de tí
sabiendo que me sustituyes a cada paso que das.
Duele increíblemente.
Tan solo una palabra tuya
podría cambiar tantas cosas.
Esa palabra se pronuncia PERDÓN.
Si perdonáramos, si supiéramos que es perdón
dentro de un amor genuino, tal vez entonces
todo volvería a ser azul.
Seríamos como el cian y el magenta "acrónimamente" destinados
a permanecer juntos.
Parecía todo marchar tan bien
Y la oscuridad se encargó de pintar de negro nuestro círculo cromático.
Dicen que la soledad beneficia ocasionalmente.
Pero creo que es hora de marcharme.
Nació de mi alma, (mi corazón) y fué corriendo, detrás de tí
pero no soporta estar perdido en el frío de tu ausencia.
Tan solo una palabra tuya que le devuelva la vida a mi mundo.
Podría cambiar tantas cosas.
Pero que nadie supo pronunciar.
Por que no sabemos que es perdón.
Soñé que todo era igual que antes, sin embargo
todo continúa oscuro y sin color.
Bueno, seguiré esperando por aquella luz.
Tan solo una palabra tuya que le devuelva la Fé
a mis óleos gastados, para así pintar nuevamente mi escenario.
Mientras tanto una voz que me llama dice darme consuelo.
Y una enorme puerta se abre ante mí.
Dudo y miro a mi alrededor pero NO ESTÁS AQUÍ!
Toda esperanza muere sin yo poder hacer algo.
No hay nada por hacer.
Si no estás aquí no puedo amar a un recuerdo.
Ya no estás aquí.
"El vacío que has dejado, no lo llenarías ni tu mismo..."
28 de abril de 2014
Noche
Ya no tengo a quién cantar.
Mis melodías de amor,
que se esfumaron al ser rechazadas por tí.
Ya no te diré al oído mis pesares nocturnos.
Eras todo para mí.
Ahora ya no existes más, te has mezclado con la oscuridad de la noche.
No te seguiré los pasos, hasta desangrarme el corazón.
Mis piernas están sanando.
Mi corazón aún adolece.
Mis ojos aún te lloran.
Al escucharte a lo lejos
me llamas.
Y acudo con el corazón con el alma
pero mi cuerpo sigue sanando.
Desearía ser el ungüento que alivia tu dolor.
Pero soy como el agua salada del mar.
Hoy la noche se dice mía,
hasta que amanezca.
Hasta que mi dolor se extinga.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)