“Quiéreme al cielo de ida y vuelta y mucho más, que no nos
baste el tiempo y que nos haga falta vida para amar…” Quiéreme – Stefano Vieni
Más valía correr por mi vida, más valía
salir de ese lugar antes de que el caos terminara de derrumbar el único rasgo
de nuestra esencia, de nuestro corazón, de nuestro espíritu.
Recuerdo perfectamente el final de la
preparatoria y toda mi carrera universitaria; la recuerdo por que fue por
Dennis que decidí permanecer en ese lugar, un lugar al que quizás no pertenecía
del todo, pero que me hacía sentir bien, y en paz, mientras estaba el.
Tenía 17 años, asistía a uno de los
Bachilleratos con más demanda del estado, una escuela prodigio, que se
caracterizaba por el aspecto diligente de la mayoría de los estudiantes, los
demás éramos tan solo aprendices con notas promedio, demasiado comunes.
Conocía a la mayoría de los compañeros de
la generación; ciertamente me agradaba socializar, reír, y el taller de artes.
Fue en ese lugar que me hice amiga de un
grupo de chicos más grandes, cuyo objetivo temporal era formar un grupo musical
adolescente, -típico de algunos preparatorianos con algún tipo de instrucción
musical- asistíamos a algunos eventos de la escuela y entonábamos canciones que
sonaban como una moda entre las masas jóvenes. Yo, Anna, era la afortunada
vocalista; practicábamos en mi casa, hasta que el tecladista concluyó sus
estudios en el bachiller y entonces sucedió…
Ángel, era el líder de la banda, y tocaba
guitarra eléctrica, Daniel, guitarra acústica, Abiram batería y Paola en coros.
Nuestro Tecladista, Víctor se mudaría a otra ciudad para ingresar en la
universidad. La ingeniería que eligió hizo imposible que continuara con
nosotros y por supuesto, nuestra ingenua y efímera meta, era darnos a conocer,
divertirnos, disfrutar de la música.
Al saber esto, Ángel reparó de inmediato
en buscar un reemplazo, nos habló de un tal Dennis, y comentó que era un músico
excelente, estudiado y responsable, con un carisma abrumador.
La referencia que nos dio, creó en mi una
expectativa muy alta, si el lo decía, debía ser cierto y más que eso. Sentí
algo extraño, fue como si el chico nuevo, no pudiera ser tan perfecto como lo
describían, como si tan solo con hablar de él, hubiera generado en mi alguna
clase de simpatía, sin conocerle. <<Quizá fue ese el problema>> Así
que me di a la tarea de buscar su nombre en redes sociales, hasta que di con
algunas fotos.
Dennis Cuevas, no era el típico galán de
telenovela, fornido e increíblemente guapo, sin embargo, tenía un rostro cuyas
cejas pobladas enmarcaban unos ojos marrón bastante atractivos y enigmáticos.
Su tez, morena clara, me recordó al color
de la leche con un poco de café que tomaba por las mañanas y sus labios,
gruesos con un lunar en la comisura izquierda me hicieron pensar, <<por
geometrización facial>> en una persona apasionada, mientras que su estilo
algo bohemio me agradó al instante.
La primera foto que observé a
detenimiento, fue en conjunto con una guitarra en una especie de habitación que
mostraba algunas corcheas en la pared; un fondo monocromático pero bastante
artístico. Luego de ver algunas otras fotos descubrí que era nada menos que su
habitación. Me sentí una loca, ¿Por qué me inquietó tanto? Nunca lo supe. Más
tarde dejé de stalkearlo y volví a
mis actividades normales.
Fue un 20 de Agosto de 2011, como cada
sábado el ensayo comenzaba en punto de las cinco de la tarde y aquel día
conoceríamos por fin al nuevo integrante de nuestra “VikBand” <<Nombre
oficial de la banda>>.
Al sonar el timbre de la casa, bajé las
escaleras a toda prisa para abrir la puerta. Ángel, cargaba un montón de
cosas, entre micrófonos, un estuche de platillos para la batería y muchos
cables, me resolví a ayudarlo.
-No te molestes pequeña, déjanos a los
hombres el trabajo… <<Dijo alguien cuya voz no reconocí, mientras cerraba
la puerta del copiloto en el auto de Ángel, con una enorme sonrisa y unas
gafas oscuras. Volví el rostro y así lo miré, se trataba de aquel chico, de
Dennis>>.
-¿Seguro?, ¿Puedo ayudarles en algo más?
-Descuida <<Dijo mientras cargaba la
funda de un teclado en una mano, y en otra ayudaba a Ángel con el estuche de
los platillos, se quitó las gafas>> -Mucho gusto, me llamo Dennis, y este
es mi primer ensayo, me alegra mucho poder formar parte de la banda, pienso que
podremos ser un gran equipo.
<<No estoy segura, de mi expresión
en ese momento, pero sé que casi ningún chico de nuestra edad se expresaba así,
su forma tan segura de presentarse, y sus kinés me hicieron de inmediato sentirme
intimidada>>
-Anna, mucho gusto, adelante por favor
<<Dije mientras esbozaba una sonrisa sincera, y abría la puerta más de lo
necesario. Su aura era bastante agradable, parecía una persona muy amable
además.>>
- Parece que ya se presentaron, bueno
Anna, pues el es Denn, hagámoslo sentir en familia. Hermano,
<<Dirigiéndose a él>> cualquier cosa que necesites puedes
preguntarnos, los chavos no tardan en
llegar, el ensayo es en el garaje, ¿Por qué no lo llevas Anna? Mientras, bajaré
del auto mi guitarra.
-¡Claro!, vamos Dennis. <<La
habitación en la que ensayábamos, no era muy grande, tampoco demasiado pequeña,
sin embargo, era perfecta para el objetivo>>.
Al entrar, Denn colocó su guitarra en el
sofá y salió a toda prisa, a los pocos minutos regresaron ambos con más
artefactos. De inmediato conectaron sus instrumentos y comenzaron a probar el
sonido.
Los minutos transcurrían y los demás no
llegaban, pasó media hora y se escucho el celular de Ángel, salió a atender
su llamada.
En ese momento, Dennis dejó de tocar el
teclado, para tomar la guitarra de Ángel, comenzó a improvisar de una manera
tan agradable al oído, que no pude evitar desviar mi atención del celular a su
persona.
-Tocas increíble Denn, ¡En verdad suena
muy bien!
-Gracias pequeña, a decir verdad llevo
unos meses tocando, y esta hermosura <<Dijo mientras acariciaba la
guitarra>> captó mi atención.
-¿Y también tienes guitarra?
-Si, aunque me agrada más el piano, me
parece más romántico…
Me sentía nerviosa, después de algunos
meses, había quedado con Dennis para ir a tomar algunas fotos por la ciudad.
Existía una química que nunca antes sentí con nadie, resultaba ser que teníamos
demasiado en común.
Siempre me incliné por el arte, la
fotografía, la literatura, la música, el canto, el bosque, el metal, el jazz…
pero conocer a alguien que pareciera un reflejo de tus gustos, no sucedía todos
los días. Era algo bizarro, pero me agradaba.
Jamás le había dado a Dennis alguna señal
que connotara una intención adicional a una amistad sincera, sin embargo, las
personas siempre solían sentirse excluidas cuando conversábamos. Siempre era
algo profundo, siempre me sentí sin máscaras, siempre fui yo misma. Uno que
otro amigo, nos dijo algunas veces que seríamos buena pareja, a lo que ambos
respondíamos con un: ¡JAMÁS, ES MI MEJOR AMIGO/A! <<Aunque eso era una
farsa>>
Aquel día, hice una foto de el en un
mirador, desde el cual se apreciaba toda la ciudad; vi a lo lejos los autos
diminutos, y el viento tan característico, de aquel lugar me obsequió un
paisaje formidable, ¡Que fortuna que aquella imagen haya sido capturada por mi
cámara!
El también hizo un retrato de mí, en los
viejos arcos, de una avenida histórica, sentíamos admiración mutua, pues
consideramos que teníamos mucho que aprender de uno del otro, y era genuino…
Durante un tiempo, fuimos juntos a museos,
y lo acompañé a pintar algunos murales, amaba su talento en la pintura, algo
que no se me daba, pero como admiraba.
El tiempo pasaba, hasta que nos alejamos
un poco, debido a que la banda se deshizo. Para ser exactos seis meses después
de aquella última salida, nos encontramos en una calle rumbo a casa,
<<cabe mencionar que vivíamos en colonias vecinas>>me sentí como al
principio me dio mucho gusto verle, y acordamos volver a frecuentarnos. Aunque
había algo diferente en el… tenía un aspecto desmejorado, y algo desaliñado.
-¿Te encuentras bien Denn?
<<Pregunté con genuina preocupación>>
-Si, pequeña descuida, solo me siento un
poco desvelado.
-Si, te entiendo, en mi caso, son mis
exámenes finales; después de esto al fin diré adiós a la horrible etapa del
bachiller.
-¿Y a donde irás la universidad?
-¿Te soy honesta? No sé que hacer con mi
vida Denn, tengo miedo de tomar otra mala decisión e inclinarme por algo que no
me gusta, todo es tan confuso… <<Los días anteriores había estado algo
distraída, y melancólica; me causaba cierta nostalgia el hecho de crecer pero también deseaba finalmente
estudiar algo que me apasionara.
Dennis era dos años mayor que yo, y me encantaba verlo hacer lo que amaba, el nació para el arte y se estaba formando como diseñador en un instituto de paga, al cual asistían personas de clase alta alta y media alta. Me recomendó aquel lugar al que por cierto asistí a pedir informes una semana después. Me sorprendió mucho el ambiente, me encontré con personas extrañas que parecían amar lo que hacían; caminando por la acera de ese enorme lugar lleno de árboles enormes a su alrededor que daban un aspecto de verdor a aquella institución educativa. Aún no lo sabía, pero pasaría ahí cuatro años de mi vida, sin poder concentrarme en otra cosa que no fuera Él...
Dennis era dos años mayor que yo, y me encantaba verlo hacer lo que amaba, el nació para el arte y se estaba formando como diseñador en un instituto de paga, al cual asistían personas de clase alta alta y media alta. Me recomendó aquel lugar al que por cierto asistí a pedir informes una semana después. Me sorprendió mucho el ambiente, me encontré con personas extrañas que parecían amar lo que hacían; caminando por la acera de ese enorme lugar lleno de árboles enormes a su alrededor que daban un aspecto de verdor a aquella institución educativa. Aún no lo sabía, pero pasaría ahí cuatro años de mi vida, sin poder concentrarme en otra cosa que no fuera Él...