En aquel momento me debatía acerca de tantas cosas...
pero existía algo en especial que parecía golpear casi hasta destruir las paredes de mi mente; tanto que si hubiera sido un paciente en un psiquiátrico habría escapado. Refiriéndome a una metáfora que, analizándolo bien, no era tanto una metáfora. Incluso me habría puesto a imaginar una "personita" dentro de mi cerebro golpeando y gritando que lo deje salir. Eso sucedía aunque ciertamente si lo explicaba de esa manera la gente solía esbozar un gesto de descontento, seguido de etiquetas y sellos para catalogar mi problema, o... a mí.
Acaso ese sería el tiempo de elegir si terminaría o continuaría?
Había permanecido bajo la lluvia por tanto tiempo y sin embargo yo hubiera estado dispuesta
a ser/estar por ese sentir, aún con todo el dolor que él era; sabiendo que no tenían que ser cosas especialmente pequeñas. Para mí representaba hasta
este día un modo de vida, algo por lo que luchar, y estaría convencida de no dejarlo.
Sin embargo, era igualmente cierto que no podía continuar
más con aquel dolor pues por dentro estaba muriendo. Con la actitud de “No pasa nada” en todo momento.
Durante los últimos meses había ocurrido algo triste.
Su comportamiento ya no tenía que ver con esa unidad y existían características que jamás hubiera creído ver en aquel pequeño ángel,convertido en demonio, por supuesto.
Dos personas que no hablan y fingen no conocerse sin importar cuánto tiempo transcurra,
no pertenece a un mismo sentir.
Odiaba vivir en un entorno donde desafortunadamente terceras
personas siempre influenciaban en la vida de dos personas que se amaban, donde
parte de la “amistad” es inesperadamente malvada y se convierte en algo por lo que preocuparse
todo el tiempo.
Tomé una hoja y comencé a escribir:
-Me refiero a las cosas
que se dicen de mí, por supuesto... “amigos” de ambos. Solíamos ser personas que siempre decían las cosas desde el corazón, por el amor y la
amistad que pienso existió;-
La comunicación debería ser siempre más
importante que todo lo que diga la gente, y lo que llegue a molestarnos de ambos…
-Para ti, desafortunadamente (y lo sentí) cosas como
permanecer distante, esconder cosas (siendo tu el primero en
aclarar que le molestaba) se han vuelto hábito. Sientes que te has sacrificado,
que por mí has cambiado como para permanecer en esta misión por mí…-
Recuerdo aquella vez, cuando caminaba por la calle de regreso a casa, con un moretón en el brazo izquierdo, después de haber decidido huir de aquella pesadilla, lo último que deseaba era un problema más.
Él caminaba detrás de mí a zancadas para poder alcanzarme y me tomó por el mismo lugar en donde se encontraba aquella marca morada. Recuerdo aún cómo me dolió y sin embargo mi fuerza no fué suficiente para superar aquella prisión bajo la que me encontraba. Y me sentí impotente.
Las lágrimas cayeron por mis mejillas y el sonrió. Me abrazó y con un pañuelo blanco me secó y me llevó a casa advirtiéndome que no debía comentar nada acerca de lo sucedido... y así lo hice.
-A mí me has comentado muchas, innumerables
veces que las cosas iban a cambiar y para bien pero casi siempre ví en
ti la misma, exactamente la misma actitud, como si no me conocieras… lo peor no
es eso, si no cuando te pregunto si
ocurre algo y me dices que NO ¿Y sabes?
Me habría dado gusto que pudieras haberme dicho si te hice algo, que
hubieras tenido el valor de hablarlo conmigo a la cara y no tener que
preguntarte yo, SIEMPRE YO.-
Casi siempre él se encontraba molesto. Me recordaba a mi padre al llegar a casa por las tardes. Malhumorado por el trabajo y ordenando cosas, con actitud de suficiencia. Olvidando que una esposa es, se supone que tu ayuda idónea y tu alma gemela. Discutía con mamá hasta que las palabras se convertían en golpes e insultos. "-Ya no más." Siempre decía, y al día siguiente bastaban unas cuantas palabras bonitas...
"-¡Mujeres!" exclamaba en medio de mi enojo e incertidumbre, como si yo no fuera una. Lo cierto era que REPUGNABA esa actitud estúpida que "suelen tener" las mujeres que son maltratadas.
-Sería poco decir que me desvivía por hacerte feliz e incluso intenté que se formaran esos lazos que debían unirnos, pero era obvio y evidente que sola jamás podría hacerlo.-
Al verlo y sentirlo, al tratar con su actitud de no querer cooperar, sentía que solo era yo y no un nosotros.
-Casi siempre ocultando cosas y no necesariamente malas, pero
al final aquí y en China eso se llama ocultar.
Algo que nunca voy a
olvidar al principio tu me hiciste hincapié sobre eso, que no te escondiera
cosas por favor, porqué eso era lo que más te molestaba. Corroboraste esa
actitud claramente con lo que un día me dijiste y nunca se me va a olvidar:
“Aveces hago lo que no me gusta que me hagan”.
Realmente no puedo seguir más con esto.
Recuerdo una ocasión, cuando aún lo nuestro era un noviazgo y me preguntaste si me habían
hecho sufrir y yo te conté muchas cosas de mí, cosas que odié de relaciones
anteriores y tu mismo dijiste “Pero yo
no lo haré así”, te acuerdas?
Bueno, con dolor (y quisiera equivocarme) me doy cuenta de
que esto se marchita y cada vez más…
Sinceramente puedo percibir como esa magia se ha ido
terminando, y me dolió en su momento tratar de salvar algo que no quería ser
salvado, me refiero a las veces que te pedí que me tuvieras confianza, que me
dijeras lo que te molestaba, que podías
encontrar en mí una amiga, antes que una esposa, que por ti pude haber hecho
casi cualquier cosa, que siempre estuve
dispuesta a darte mi apoyo incondicional, pero nunca vi que tuvieras siquiera
la confianza de decirme POR TI MISMO si algo malo te sucedía, si estabas
molesto por algo… nunca hasta que estabas o demasiado mal, o demasiado molesto
y hasta que yo tenía que hacerte hablar y casi a la fuerza. ¿Tú crees que no me
dolía eso?
Dijiste que pasara lo que pasara siempre hubieras deseado
que permaneciéramos juntos, y a pesar de
los problemas yo hubiera querido continuar mientras esa pequeña ” llama” siguiera
ardiendo, así que analizando, no creo que tenga caso que siga contigo, pues
para ti aún es como si no lo estuviera, un día eres atento y al otro pareciera ser solo tu concubina, una huésped en TU CASA.
Los dos hemos discutido esta situación innumerables veces y
en ocasiones anteriores llegamos a la conclusión de que ambos queríamos mantener unidas nuestras vidas, todo eso era JUNTOS, era un NOSOTROS…
A varias personas les he dicho siempre que no me interesa
conocer a nadie más, porque me bastaba con tenerte a ti, que para mí
representabas una bendición directamente, entiendo que habrá gente que
piense que estoy dejando perder esto, que estoy dejando ir aquella bendición de
la que tanto hablé; pero se trata de mi propia vida y dignidad, yo misma he aborrecido cuando
amigas mías e incluso mi madre se encontraron en situaciones así, sufriendo y continuaran sufriendo
sin hacer nada, porque el dolor se vuelve un hábito y ciertamente, hemos nacido para ser felices.
No me he sentido molesta por el hecho de que no te agrade
verme con mi jefe, porque en realidad la distancia que existe entre él y yo
es muy grande, realmente estaba harta de
que desconfiaras de mí en ese aspecto, cuando creo que siempre te he dado un
lugar específico como mi esposo, incluso delante de él.
Así es, "amor" tus celos son enfermizos. Jamás te sería infiel por que por eso decidí ser tu esposa.
Decidí que mis noches fueran solo contigo y lo fueron. sin embargo percibo como me tomas ahora, lo haces por que es "mi obligación cumplirte como mujer" y no por que realmente me ames.
Tampoco me molestó el hecho de que tú si puedes tener "amigas", como esa perra de tu secretaria.
Tu sí tenías el derecho de llevarla a tomar un café, al cine y no dudo que también a algún motel de paso. Como la prostituta que es. Disculpa que hable así de tu nueva amada, es solo que no es una suposición mía, que ella conozca acerca de nuestro matrimonio y se haya atrevido a acostarse contigo o más bien te hayas atrevido a acostarte con ella.
Es el colmo que no te hayas cuidado, o hubieras hecho lo posible por hacerlo. El sobre que recibí ayer en la noche con los resultados de laboratorio acerca de su prueba de embarazo me lo dejó más que claro. Mi pregunta fué ¿Por qué lo enviaría ella a "nuestro" domicilio? . Como cada noche, llegaste molesto a casa y nisiquiera te mencioné algo en absoluto acerca de aquella noticia.
Sé que no te lo dije, pero sí, me molesta y bastante que no
exista un valor recíproco, que me reclames por cosas que creías que yo hacía por que tenías experiencia en ello.
Creo que tu entiendes perfectamente lo que yo sentí, pues un
día me dijiste: “Nunca me voy a acercar a hablarte si estás con tu jefe”…
Recuerdo todas las veces en las que fuera de la empresa me jaloneaste y me llamaste zorra.
Las veces en las que me abofeteaste por decirte lo que sentía.
"Lo aceptaba y lo entendía todo", excepto el hecho de que no
haya sido ni una ni dos veces.
Estando incluso yo SOLA dejaste de acercarte
a mí, pude notar en tu expresión un “Ya me vale”, el
hecho de las promesas que hiciste y que, veo que ahora están rotas…
Se acordó entre los dos, aquel día en que decidimos
“intentarlo nuevamente” que ambos pondríamos de nuestra parte, que Dios sería la prioridad
en lo que hiciéramos durante este tiempo, durante esta “nueva etapa”. Había
cosas MÁS IMPORTANTES PARA TI. El último ejemplo no quiero mencionarlo, pues
creo que lo sabes, y si no, te invito a que hagas memoria y no me obligues a
REPETÍRTELO.
Hechos cuyas explicaciones se centran en un constante
silencio o en un “no sé que decir”, en un, “sé que tengo la culpa “(pero jamás
se convierte en una solución),
Otro ejemplo que nunca voy a olvidar fue mi primer día de trabajo en aquel lugar donde mucho tiempo fué mi sueño y en aquel momento acordamos una hora y un lugar para vernos. Recuerdo que no llegaste argumentando
que creíste que yo llegaría más tarde, sabes? Ese día hice todo lo posible por
verte, salí antes por que quería verte,
entiendo que no tenías forma de comunicarte conmigo y que tu celular se había extraviado días antes, o eso fué lo que dijiste, pero aordamos vernos a las 3:OO pm en la plaza y si no mal recuerdo el reloj marcó las 4:3O y JAMÁS
APARECISTE. Yo estaba más preocupada por ti que por el hecho de que me dejaste
esperando, cosa que creo que nunca hice yo contigo.
Tu me preguntaste que hacía con Jonathan, mi asistente el día que fue por mí
a casa, cuando olvidaste que sería el aniversario de la empresa para la que trabajo, aún cuando días antes te había invitado a acompañarme. Pese a todo te dije la verdad, Jonathan se preocupó por el hecho de que llegara sola... y tú... bueno tú solo veías televisión.
Ahora quiero que tú me respondas ¿Cuántos meses de embarazo tiene Grecia? (Y supongo que también me dirás la verdad)
"En verdad desconozco" quién de los dos nos ha llevado a esta
situación, de alguna manera te han cambiado o no sé si hayas sido tú mismo, has
pasado de ser una persona adorable a una persona que desconozco, que no piensa
o actúa como solía ser.
Estos solo han sido algunos ejemplos de muchos, no podría
pensar en una peor manera de decírtelo pero creo que ahora si es necesario que
te diga TODO LO QUE SIENTO, TODO LO QUE AL ESTAR FRENTE A TI ME HE GUARDADO.
Considero muy evidente que no has pasado por situaciones
nada fáciles a lo largo de tu vida, y tampoco con tu estancia dentro del
instituto. Pero dime UNA SOLA VEZ QUE NO
TE HAYA OFRECIDO MI APOYO, Y DIME UNA SOLA VEZ QUE LO HAYAS ACEPTADO, UNA SOLA VEZ QUE HAYA PUESTO OBJECIONES AL CUMPLIR HASTA EL MÁS RIDÍCULO DE TUS CAPRICHOS AÚN TENIENDO CONOCIMIENTO DE TU INFIDELIDAD.
Aquella noche que te dije lo que pensaba, cuando me pediste el divorcio y me pediste que te permitiéra seguir visitándome mi respuesta fue un: “NO”, recuerdas? Y no creas que
fue por rencor, si no porque, si nunca quisiste ser mi amigo mientras estábamos
juntos, nunca quisiste aceptar el apoyo que te dí, NUNCA, por que ibas a
hacerlo después? Piénsalo y verás que NO TIENE NINGUNA LÓGICA.
Esa actitud de que no me conocías fué lo que más me dolió.
Sé que tienes tus ocupaciones y CRÉEME QUE LABORALMENTE ME SIENTO ORGULLOSA DE TI, pero dejé de ver que por lo menos “hicieras el
intento” de responderme un mensaje de texto, de acercarte a mí, de arreglar las cosas… etc
etc etc, . Pero esto ya es algo usual para ti, ya no es algo que yo note
que des importancia. Un matrimonio también trae consigo ciertas
responsabilidades, si es que no deseas que pase lo que pasó con nosotros.
Deseo que de ahora en adelante escuches la voz de Dios, en
vez de las voces que no traen beneficios para tu vida, en vez de palabras que
sepas que no están fundamentadas con el Libro de la verdad.
Deseo que puedas darle a tu hijo y a esa mujer (que espero la hagas tu esposa), todo lo que no me diste a mí, y nisiquiera tuvimos hijos en 3 años de casados.
3 años que para mí, créeme que fueron un infierno en el que no pasara un día sin derramar una lágrima por tí y tus desprecios.
Las diferencias culturales combinadas con indiferencia,
cosas ocultas y falta de compromiso, son una combinación peligrosa.
Esta decisión no es un paso que pudiera haber dado
fácilmente, realmente no me diste ningúna otra opción, creo que siempre me
interesé en saber tu opinión de muchas cosas, pero dime, ¿Cuántas veces
quisiste construir alternativas? La brecha entre nosotros es demasiado ancha.
Y la decisión, es tomada por mí a falta de comunicación
entre ambos. Creo que estamos
más allá del punto donde las cosas podrían ser arregladas hablando.-