9 de junio de 2013

Términos y condiciones.

En aquel momento me debatía acerca de tantas cosas...
pero existía algo en especial que parecía golpear casi hasta destruir las paredes de mi mente; tanto que si hubiera sido un paciente en un psiquiátrico habría escapado. Refiriéndome a una metáfora que, analizándolo bien, no era tanto una metáfora. Incluso me habría puesto a imaginar una "personita" dentro de mi cerebro golpeando y gritando que lo deje salir. Eso sucedía aunque ciertamente si lo explicaba de esa manera la gente solía esbozar un gesto de descontento, seguido de etiquetas y sellos para catalogar mi problema, o... a mí. 
Acaso ese sería el tiempo de elegir si terminaría o continuaría?

Había permanecido bajo la lluvia por tanto tiempo y sin embargo yo hubiera estado dispuesta a ser/estar por ese sentir, aún con todo el dolor que él era; sabiendo que no tenían que ser cosas especialmente pequeñas. Para mí representaba hasta este día un modo de vida, algo por lo que luchar,  y estaría convencida de no dejarlo.
Sin embargo, era igualmente cierto que no podía continuar más con aquel dolor pues por dentro estaba muriendo. Con la actitud de “No pasa nada” en todo momento. 
Durante los últimos meses había ocurrido algo triste. 
Su comportamiento ya no tenía que ver con esa unidad y existían características que jamás hubiera creído ver en aquel pequeño ángel,convertido en demonio, por supuesto.
 Dos personas que no hablan y fingen no conocerse sin importar cuánto tiempo transcurra, no pertenece a un mismo sentir.
Odiaba vivir en un entorno donde desafortunadamente terceras personas siempre influenciaban en  la vida de dos personas que se amaban, donde parte de la “amistad” es inesperadamente malvada  y se convierte en algo por lo que preocuparse todo el tiempo.  

Tomé una hoja y comencé a escribir:

-Me refiero a las cosas que se dicen de mí, por supuesto...  “amigos” de ambos. Solíamos ser personas que siempre decían las cosas desde el corazón, por el amor y la amistad que pienso existió;-

La comunicación debería ser siempre más importante que todo lo que diga la gente, y lo que llegue a molestarnos de ambos…

-Para ti, desafortunadamente (y lo sentí) cosas como permanecer distante,  esconder cosas (siendo tu  el primero en aclarar que le molestaba) se han vuelto hábito. Sientes que te has sacrificado, que por mí has cambiado como para permanecer en esta misión por mí…-

Recuerdo aquella vez, cuando caminaba por la calle de regreso a casa, con un moretón en el brazo izquierdo, después de haber decidido huir de aquella pesadilla, lo último que deseaba era un problema más.
Él caminaba detrás de mí a zancadas para poder alcanzarme y me tomó por el mismo lugar en donde se encontraba aquella marca morada. Recuerdo aún cómo me dolió y sin embargo mi fuerza no fué suficiente para superar aquella prisión bajo la que me encontraba. Y me sentí impotente. 
Las lágrimas cayeron por mis mejillas y el sonrió. Me abrazó y con un pañuelo blanco me secó y me llevó a casa advirtiéndome que no debía comentar nada acerca de lo sucedido... y así lo hice.

-A mí me has comentado muchas, innumerables  veces que las cosas iban a cambiar y para bien pero casi siempre ví en ti la misma, exactamente la misma actitud, como si no me conocieras… lo peor no es  eso, si no cuando te pregunto si ocurre algo y me dices que NO ¿Y sabes?  Me habría dado gusto que pudieras haberme dicho si te hice algo, que hubieras tenido el valor de hablarlo conmigo a la cara y no tener que preguntarte yo, SIEMPRE YO.-

Casi siempre él se encontraba molesto. Me recordaba a mi padre al llegar a casa por las tardes. Malhumorado por el trabajo y ordenando cosas, con actitud de suficiencia. Olvidando que una esposa es, se supone que tu ayuda idónea y tu alma gemela. Discutía con mamá hasta que las palabras se convertían en golpes e insultos. "-Ya no más." Siempre decía, y al día siguiente bastaban unas cuantas palabras bonitas...
"-¡Mujeres!" exclamaba en medio de mi enojo e incertidumbre, como si yo no fuera una. Lo cierto era que REPUGNABA esa actitud estúpida que "suelen tener" las mujeres que son maltratadas. 

-Sería poco decir que me desvivía por hacerte feliz e incluso intenté que se formaran esos lazos que debían unirnos, pero era obvio y evidente que sola jamás podría hacerlo.-

Al verlo y sentirlo, al tratar con su actitud de no querer cooperar, sentía que solo era yo y no un nosotros. 

-Casi siempre ocultando cosas y no necesariamente malas, pero al final aquí y en China eso se llama ocultar.
 Algo que nunca voy a olvidar al principio tu me hiciste hincapié sobre eso, que no te escondiera cosas por favor, porqué eso era lo que más te molestaba. Corroboraste esa actitud claramente con lo que un día me dijiste y nunca se me va a olvidar: “Aveces hago lo que no me gusta que me hagan”.
Realmente no puedo seguir más con esto.
Recuerdo una ocasión, cuando aún lo nuestro era un noviazgo y  me preguntaste si me habían hecho sufrir y yo te conté muchas cosas de mí, cosas que odié de relaciones anteriores y  tu mismo dijiste “Pero yo no lo haré así”, te acuerdas?
Bueno, con dolor (y quisiera equivocarme) me doy cuenta de que esto se marchita y cada vez más…

Sinceramente  puedo percibir como esa magia se ha ido terminando, y me dolió en su momento tratar de salvar algo que no quería ser salvado, me refiero a las veces que te pedí que me tuvieras confianza, que me dijeras lo que te molestaba,  que podías encontrar en mí una amiga, antes que una esposa, que por ti pude haber hecho casi cualquier cosa,  que siempre estuve dispuesta a darte mi apoyo incondicional, pero nunca vi que tuvieras siquiera la confianza de decirme POR TI MISMO si algo malo te sucedía, si estabas molesto por algo… nunca hasta que estabas o demasiado mal, o demasiado molesto y hasta que yo tenía que hacerte hablar y casi a la fuerza. ¿Tú crees que no me dolía eso?

Dijiste que pasara lo que pasara siempre hubieras deseado que permaneciéramos juntos,  y a pesar de los problemas yo hubiera querido continuar mientras esa pequeña  ” llama” siguiera ardiendo, así que analizando, no creo que tenga caso que siga contigo, pues para ti aún es como si no lo estuviera, un día eres atento y al otro pareciera ser solo tu concubina, una huésped en TU CASA.
Los dos hemos discutido esta situación innumerables veces y en ocasiones anteriores llegamos a la conclusión de que ambos queríamos mantener unidas nuestras vidas, todo eso era JUNTOS, era un NOSOTROS…
A varias personas les he dicho siempre que no me interesa conocer a nadie más, porque me bastaba con tenerte a ti, que para mí representabas una bendición directamente, entiendo que habrá gente que piense que estoy dejando perder esto, que estoy dejando ir aquella bendición de la que tanto hablé; pero se trata de mi propia  vida y dignidad, yo misma he aborrecido cuando amigas mías e incluso mi madre se encontraron en situaciones así, sufriendo y continuaran sufriendo sin hacer nada, porque el dolor se vuelve un hábito y ciertamente, hemos nacido para ser felices.
No me he sentido molesta por el hecho de que no te agrade verme con mi jefe,  porque en realidad  la distancia que existe entre él y yo es muy grande,  realmente estaba harta de que desconfiaras de mí en ese aspecto, cuando creo que siempre te he dado un lugar específico como mi esposo, incluso delante de él.

Así es, "amor" tus celos son enfermizos. Jamás te sería infiel por que por eso decidí ser tu esposa. 
Decidí que mis noches fueran solo contigo y lo fueron. sin embargo percibo como me tomas ahora, lo haces por que es "mi obligación cumplirte como mujer" y no por que realmente me ames.

Tampoco me molestó el hecho de que tú si puedes tener "amigas", como esa perra de tu secretaria.
Tu sí tenías el derecho de llevarla a tomar un café, al cine y no dudo que también a algún motel de paso. Como la prostituta que es. Disculpa que hable así de tu nueva amada, es solo que no es una suposición mía, que ella conozca acerca de nuestro matrimonio y se haya atrevido a acostarse contigo o más bien te hayas atrevido a acostarte con ella. 

Es el colmo que no te hayas cuidado, o hubieras hecho lo posible por hacerlo. El sobre que recibí ayer en la noche con los resultados de laboratorio acerca de su prueba de embarazo me lo dejó más que claro. Mi pregunta fué ¿Por qué lo enviaría ella a "nuestro" domicilio? . Como cada noche, llegaste molesto a casa y nisiquiera te mencioné algo en absoluto acerca de aquella noticia.

 Sé que no te lo dije, pero sí, me molesta y bastante que no exista un valor recíproco, que me reclames por cosas que creías que yo hacía por que tenías experiencia en ello. 
Creo que tu entiendes perfectamente lo que yo sentí, pues un día me dijiste: “Nunca me voy a acercar a hablarte si estás con tu jefe”…
Recuerdo todas las veces en las que fuera de la empresa me jaloneaste y me llamaste zorra. 
Las veces en las que me abofeteaste por decirte lo que sentía. 
"Lo aceptaba y lo entendía todo", excepto el hecho de que no haya sido ni una ni dos veces.

Estando incluso yo SOLA dejaste de acercarte a mí, pude notar en tu expresión un “Ya me vale”, el hecho de las promesas que hiciste y que, veo que ahora están rotas…
Se acordó entre los dos, aquel día en que decidimos “intentarlo nuevamente” que ambos pondríamos de nuestra parte, que Dios sería la prioridad en lo que hiciéramos durante este tiempo, durante esta “nueva etapa”. Había cosas MÁS IMPORTANTES PARA TI. El último ejemplo no quiero mencionarlo, pues creo que lo sabes, y si no, te invito a que hagas memoria y no me obligues a REPETÍRTELO.
Hechos cuyas explicaciones se centran en un constante silencio o en un “no sé que decir”, en un, “sé que tengo la culpa “(pero jamás se convierte en una solución),
Otro ejemplo que nunca voy a olvidar fue mi primer día de trabajo en aquel lugar donde mucho tiempo fué mi sueño  y en aquel momento acordamos una hora  y un lugar para  vernos. Recuerdo que no llegaste argumentando que creíste que yo llegaría más tarde, sabes? Ese día hice todo lo posible por verte, salí antes por que quería verte,  entiendo que no tenías forma de comunicarte conmigo y que tu celular se había extraviado días antes, o eso fué lo que dijiste, pero aordamos vernos a las 3:OO pm en la plaza  y si no mal recuerdo el reloj marcó las 4:3O y JAMÁS APARECISTE. Yo estaba más preocupada por ti que por el hecho de que me dejaste esperando, cosa que creo que nunca hice yo contigo.
Tu me preguntaste que hacía con Jonathan, mi asistente el día que fue por mí a casa, cuando olvidaste que sería el aniversario de la empresa para la que trabajo, aún cuando días antes te había invitado a acompañarme.  Pese a todo te dije la verdad, Jonathan se preocupó por el hecho de que llegara sola... y tú... bueno tú solo veías televisión.
Ahora quiero que tú me respondas ¿Cuántos meses de embarazo tiene Grecia? (Y supongo que también me dirás la verdad)

"En verdad desconozco" quién de los dos nos ha llevado a esta situación, de alguna manera te han cambiado o no sé si hayas sido tú mismo, has pasado de ser una persona adorable a una persona que desconozco, que no piensa o actúa como solía ser.
Estos solo han sido algunos ejemplos de muchos, no podría pensar en una peor manera de decírtelo pero creo que ahora si es necesario que te diga TODO LO QUE SIENTO, TODO LO QUE AL ESTAR FRENTE A TI ME HE GUARDADO.
Considero muy evidente que no has pasado por situaciones nada fáciles a lo largo de tu vida, y tampoco con tu estancia dentro del instituto.  Pero dime UNA SOLA VEZ QUE NO TE HAYA OFRECIDO MI APOYO, Y DIME UNA SOLA VEZ QUE LO HAYAS ACEPTADO, UNA SOLA VEZ QUE HAYA PUESTO OBJECIONES AL CUMPLIR HASTA EL MÁS RIDÍCULO DE TUS CAPRICHOS AÚN TENIENDO CONOCIMIENTO DE TU INFIDELIDAD.
Aquella noche que te dije lo que pensaba, cuando me pediste el divorcio y me pediste que te permitiéra seguir visitándome mi respuesta fue un: “NO”, recuerdas? Y no creas que fue por rencor, si no porque, si nunca quisiste ser mi amigo mientras estábamos juntos, nunca quisiste aceptar el apoyo que te dí, NUNCA, por que ibas a hacerlo después? Piénsalo y verás que NO TIENE NINGUNA LÓGICA.
Esa actitud de que no me conocías  fué lo que más me dolió.
Sé que tienes  tus ocupaciones y CRÉEME QUE LABORALMENTE ME SIENTO ORGULLOSA DE TI, pero dejé de ver que por lo menos “hicieras el intento” de responderme un mensaje de texto, de acercarte a mí, de arreglar las cosas… etc etc etc, . Pero esto ya es algo usual para ti, ya no es algo que yo note que des importancia. Un matrimonio también trae consigo ciertas responsabilidades, si es que no deseas que pase lo que pasó con nosotros.
Deseo que de ahora en adelante escuches la voz de Dios, en vez de las voces que no traen beneficios para tu vida, en vez de palabras que sepas que no están fundamentadas con el Libro de la verdad.
Deseo que puedas darle a tu hijo y a esa mujer (que espero la hagas tu esposa), todo lo que no me diste a mí, y nisiquiera tuvimos hijos en 3 años de casados. 
3 años que para mí, créeme que fueron un infierno en el que no pasara un día sin derramar una lágrima por tí y tus desprecios. 

Las diferencias culturales combinadas con indiferencia, cosas ocultas y falta de compromiso, son una combinación peligrosa.
Esta decisión no es un paso que pudiera haber dado fácilmente, realmente no me diste ningúna otra opción, creo que siempre me interesé en saber tu opinión de muchas cosas, pero dime, ¿Cuántas veces quisiste construir alternativas? La brecha entre nosotros es demasiado ancha.
Y la decisión, es tomada por mí a falta de comunicación entre ambos. Creo que estamos más allá del punto donde las cosas podrían ser arregladas hablando.-



Y así, sin más coloqué la hoja de papel sobre la que fué nuestra cama.Y salí de aquel que alguna vez fue nuestro hogar. 
Afuera llovía.
Me senté sobre una banqueta a llorar un poco. Necesitaba desahogarme y la lluvia me caía muy bien, demasiado bien.
No sé como reaccionó él, ni deseo saberlo. Desearía no volver a verlo, pero deseo más tramitar los papeles del divorcio; desearía que ninguna mujer tuviera que pasar por lo que yo pasé. Destesto que estuviéra a punto de repetirse la historia de mis padres. Gracias a Dios que no hubo un pequeño de por medio.
Gracias a Dios por permitirme tomar esa decisión que sin saberlo cambiaría mi vida para bien. Lejos de quién en algún momento pensé que era el amor de mi vida.