29 de mayo de 2018

De aquí a Orión ida y vuelta - Mi vicio (Parte 1)



“Quiéreme al cielo de ida y vuelta y mucho más, que no nos baste el tiempo y que nos haga falta vida para amar…” Quiéreme – Stefano Vieni

Más valía correr por mi vida, más valía salir de ese lugar antes de que el caos terminara de derrumbar el único rasgo de nuestra esencia, de nuestro corazón, de nuestro espíritu.

Recuerdo perfectamente el final de la preparatoria y toda mi carrera universitaria; la recuerdo por que fue por Dennis que decidí permanecer en ese lugar, un lugar al que quizás no pertenecía del todo, pero que me hacía sentir bien, y en paz, mientras estaba el.
Tenía 17 años, asistía a uno de los Bachilleratos con más demanda del estado, una escuela prodigio, que se caracterizaba por el aspecto diligente de la mayoría de los estudiantes, los demás éramos tan solo aprendices con notas promedio, demasiado comunes.
Conocía a la mayoría de los compañeros de la generación; ciertamente me agradaba socializar, reír, y el taller de artes.
Fue en ese lugar que me hice amiga de un grupo de chicos más grandes, cuyo objetivo temporal era formar un grupo musical adolescente, -típico de algunos preparatorianos con algún tipo de instrucción musical- asistíamos a algunos eventos de la escuela y entonábamos canciones que sonaban como una moda entre las masas jóvenes. Yo, Anna, era la afortunada vocalista; practicábamos en mi casa, hasta que el tecladista concluyó sus estudios en el bachiller y entonces sucedió…
Ángel, era el líder de la banda, y tocaba guitarra eléctrica, Daniel, guitarra acústica, Abiram batería y Paola en coros. Nuestro Tecladista, Víctor se mudaría a otra ciudad para ingresar en la universidad. La ingeniería que eligió hizo imposible que continuara con nosotros y por supuesto, nuestra ingenua y efímera meta, era darnos a conocer, divertirnos, disfrutar de la música.
Al saber esto, Ángel reparó de inmediato en buscar un reemplazo, nos habló de un tal Dennis, y comentó que era un músico excelente, estudiado y responsable, con un carisma abrumador.
La referencia que nos dio, creó en mi una expectativa muy alta, si el lo decía, debía ser cierto y más que eso. Sentí algo extraño, fue como si el chico nuevo, no pudiera ser tan perfecto como lo describían, como si tan solo con hablar de él, hubiera generado en mi alguna clase de simpatía, sin conocerle. <<Quizá fue ese el problema>> Así que me di a la tarea de buscar su nombre en redes sociales, hasta que di con algunas fotos.
Dennis Cuevas, no era el típico galán de telenovela, fornido e increíblemente guapo, sin embargo, tenía un rostro cuyas cejas pobladas enmarcaban unos ojos marrón bastante atractivos y enigmáticos.
Su tez, morena clara, me recordó al color de la leche con un poco de café que tomaba por las mañanas y sus labios, gruesos con un lunar en la comisura izquierda me hicieron pensar, <<por geometrización facial>> en una persona apasionada, mientras que su estilo algo bohemio me agradó al instante.
La primera foto que observé a detenimiento, fue en conjunto con una guitarra en una especie de habitación que mostraba algunas corcheas en la pared; un fondo monocromático pero bastante artístico. Luego de ver algunas otras fotos descubrí que era nada menos que su habitación. Me sentí una loca, ¿Por qué me inquietó tanto? Nunca lo supe. Más tarde dejé de stalkearlo y volví a mis actividades normales.
Fue un 20 de Agosto de 2011, como cada sábado el ensayo comenzaba en punto de las cinco de la tarde y aquel día conoceríamos por fin al nuevo integrante de nuestra “VikBand” <<Nombre oficial de la banda>>.
Al sonar el timbre de la casa, bajé las escaleras a toda prisa para abrir la puerta. Ángel, cargaba un montón de cosas, entre micrófonos, un estuche de platillos para la batería y muchos cables, me resolví a ayudarlo.
-No te molestes pequeña, déjanos a los hombres el trabajo… <<Dijo alguien cuya voz no reconocí, mientras cerraba la puerta del copiloto en el auto de Ángel, con una enorme sonrisa y unas gafas oscuras. Volví el rostro y así lo miré, se trataba de aquel chico, de Dennis>>.
-¿Seguro?, ¿Puedo ayudarles en algo más?
-Descuida <<Dijo mientras cargaba la funda de un teclado en una mano, y en otra ayudaba a Ángel con el estuche de los platillos, se quitó las gafas>> -Mucho gusto, me llamo Dennis, y este es mi primer ensayo, me alegra mucho poder formar parte de la banda, pienso que podremos ser un gran equipo.
<<No estoy segura, de mi expresión en ese momento, pero sé que casi ningún chico de nuestra edad se expresaba así, su forma tan segura de presentarse, y sus kinés me hicieron de inmediato sentirme intimidada>>
-Anna, mucho gusto, adelante por favor <<Dije mientras esbozaba una sonrisa sincera, y abría la puerta más de lo necesario. Su aura era bastante agradable, parecía una persona muy amable además.>>
- Parece que ya se presentaron, bueno Anna, pues el es Denn, hagámoslo sentir en familia. Hermano, <<Dirigiéndose a él>> cualquier cosa que necesites puedes preguntarnos, los chavos no tardan en llegar, el ensayo es en el garaje, ¿Por qué no lo llevas Anna? Mientras, bajaré del auto mi guitarra.
-¡Claro!, vamos Dennis. <<La habitación en la que ensayábamos, no era muy grande, tampoco demasiado pequeña, sin embargo, era perfecta para el objetivo>>.
Al entrar, Denn colocó su guitarra en el sofá y salió a toda prisa, a los pocos minutos regresaron ambos con más artefactos. De inmediato conectaron sus instrumentos y comenzaron a probar el sonido.
Los minutos transcurrían y los demás no llegaban, pasó media hora y se escucho el celular de Ángel, salió a atender su llamada.
En ese momento, Dennis dejó de tocar el teclado, para tomar la guitarra de Ángel, comenzó a improvisar de una manera tan agradable al oído, que no pude evitar desviar mi atención del celular a su persona.
-Tocas increíble Denn, ¡En verdad suena muy bien!
-Gracias pequeña, a decir verdad llevo unos meses tocando, y esta hermosura <<Dijo mientras acariciaba la guitarra>> captó mi atención.
-¿Y también tienes guitarra?
-Si, aunque me agrada más el piano, me parece más romántico…









Me sentía nerviosa, después de algunos meses, había quedado con Dennis para ir a tomar algunas fotos por la ciudad. Existía una química que nunca antes sentí con nadie, resultaba ser que teníamos demasiado en común.
Siempre me incliné por el arte, la fotografía, la literatura, la música, el canto, el bosque, el metal, el jazz… pero conocer a alguien que pareciera un reflejo de tus gustos, no sucedía todos los días. Era algo bizarro, pero me agradaba.
Jamás le había dado a Dennis alguna señal que connotara una intención adicional a una amistad sincera, sin embargo, las personas siempre solían sentirse excluidas cuando conversábamos. Siempre era algo profundo, siempre me sentí sin máscaras, siempre fui yo misma. Uno que otro amigo, nos dijo algunas veces que seríamos buena pareja, a lo que ambos respondíamos con un: ¡JAMÁS, ES MI MEJOR AMIGO/A! <<Aunque eso era una farsa>>
Aquel día, hice una foto de el en un mirador, desde el cual se apreciaba toda la ciudad; vi a lo lejos los autos diminutos, y el viento tan característico, de aquel lugar me obsequió un paisaje formidable, ¡Que fortuna que aquella imagen haya sido capturada por mi cámara!
El también hizo un retrato de mí, en los viejos arcos, de una avenida histórica, sentíamos admiración mutua, pues consideramos que teníamos mucho que aprender de uno del otro, y era genuino…
Durante un tiempo, fuimos juntos a museos, y lo acompañé a pintar algunos murales, amaba su talento en la pintura, algo que no se me daba, pero como admiraba.
El tiempo pasaba, hasta que nos alejamos un poco, debido a que la banda se deshizo. Para ser exactos seis meses después de aquella última salida, nos encontramos en una calle rumbo a casa, <<cabe mencionar que vivíamos en colonias vecinas>>me sentí como al principio me dio mucho gusto verle, y acordamos volver a frecuentarnos. Aunque había algo diferente en el… tenía un aspecto desmejorado, y algo desaliñado.
-¿Te encuentras bien Denn? <<Pregunté con genuina preocupación>>
-Si, pequeña descuida, solo me siento un poco desvelado.
-Si, te entiendo, en mi caso, son mis exámenes finales; después de esto al fin diré adiós a la horrible etapa del bachiller.
-¿Y a donde irás la universidad?
-¿Te soy honesta? No sé que hacer con mi vida Denn, tengo miedo de tomar otra mala decisión e inclinarme por algo que no me gusta, todo es tan confuso… <<Los días anteriores había estado algo distraída, y melancólica; me causaba cierta nostalgia el hecho de crecer pero también deseaba finalmente estudiar algo que me apasionara. 
Dennis era dos años mayor que yo, y me encantaba verlo hacer lo que amaba, el nació para el arte y se estaba formando como diseñador en un instituto de paga, al cual asistían personas de clase alta alta y media alta. Me recomendó aquel lugar al que por cierto asistí a pedir informes una semana después. Me sorprendió mucho el ambiente, me encontré con personas extrañas que parecían amar lo que hacían; caminando por la acera de ese enorme lugar lleno de árboles enormes a su alrededor que daban un aspecto de verdor a aquella institución educativa. Aún no lo sabía, pero pasaría ahí cuatro años de mi vida, sin poder concentrarme en otra cosa que no fuera Él... 



















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